2034 d.C. deciembre 31
Primer Domingo después del Día de Navidad
Colectas
Dios todopoderoso, tú has derramado sobre nosotros la nueva luz de tu Verbo encarnado: Concede que esta luz, que arde en nuestro corazón, resplandezca en nuestra vida; mediante nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Lecciones
Leccionario Común Revisado — Año A
- Isaías 61:10–62:3
- Salmo 147 o 147:13–21
- Gálatas 3:23–25; 4:4–7
- Juan 1:1–18
Leccionario del Oficio Diario — Año Uno
Oración Matutina
- Salmo 93; 96
- Isaías 62:6–7, 10–12
- Hebreos 2:10–18
Oración Vespertina
- Salmo 34
- I Samuel 1:1–2, 7b–28 (opcional)
- Mateo 1:18–25
Leccionario de 1979 — Año A
- Isaías 61:10–62:3
- Salmo 147 o 147:13–21
- Gálatas 3:23–25; 4:4–7
- Juan 1:1–18
Prefacios
Porque nos diste a Jesucristo, tu único Hijo, que se encarnó por nosotros; quien, por el gran poder del Espíritu Santo, fue hecho Hombre perfecto, nacido de la carne de la Virgen María su madre; para que, librados del yugo del pecado, recibamos la potestad de llegar a ser hijos tuyos.
Colores litúrgicos
Blanco o dorado
El Séptimo Día de Navidad
Colectas
Dios todopoderoso, tú has derramado sobre nosotros la nueva luz de tu Verbo encarnado: Concede que esta luz, que arde en nuestro corazón, resplandezca en nuestra vida; mediante nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Lecciones
Leccionario del Oficio Diario — Año Uno
Oración Matutina
- Salmo 46; 48
- Isaías 26:1–9
- II Corintios 5:16–6:2
- Juan 8:12–19
Colores litúrgicos
Blanco o dorado
Víspera del Santo Nombre
Colectas
Padre eterno, tú diste a tu Hijo encarnado el santo nombre de Jesús para ser el signo de nuestra salvación: Te suplicamos que siembres en cada corazón el amor de quien es el Salvador del mundo, nuestro Señor Jesucristo; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, en gloria eterna. Amén.
Lecciones
Leccionario del Oficio Diario — Año Uno
Oración Vespertina
- Salmo 90
- Isaías 65:15b–25
- Apocalipsis 21:1–6
Prefacios
Porque nos diste a Jesucristo, tu único Hijo, que se encarnó por nosotros; quien, por el gran poder del Espíritu Santo, fue hecho Hombre perfecto, nacido de la carne de la Virgen María su madre; para que, librados del yugo del pecado, recibamos la potestad de llegar a ser hijos tuyos.
Colores litúrgicos
Blanco o dorado