2014 d.C. noviembre 2
Vigésimo Primero Domingo después de Pentecostés
Propio 26
Colectas
Dios de poder y piedad, sólo de ti mana el don que hace posible que tu pueblo fiel te sirva sincera y laudablemente: Concédenos que, para lograr el premio de tus promesas celestiales, podamos correr sin tropiezos; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Lecciones
Leccionario Común Revisado — Año A
Serie Semicontinua
Serie Complementaria
Leccionario del Oficio Diario — Año Dos
Oración Matutina
Oración Vespertina
- Salmo 8; 84
- Nehemías 5 (opcional)
- I Corintios 12:27–13:13
Otros leccionarios
Leccionario de 1979 — Año A
Prefacios
1. De Dios Padre
Porque tú eres fuente de luz y vida; nos hiciste a tu imagen, y nos llamaste a nueva vida en nuestro Señor Jesucristo.
o
2. De Dios Hijo
Por nuestro Señor Jesucristo, quien el primer día de la semana venció a la muerte y al sepulcro, y por su gloriosa resurrección nos abrió el camino de la vida eterna.
o
3. De Dios Espíritu Santo
Porque por medio del agua y del Espíritu Santo nos has hecho un pueblo nuevo en nuestro Señor Jesucristo, para manifestar tu gloria en todo el mundo.
Colores litúrgicos
Verde
Conmemoración de los Fieles Difuntos (Día de los Muertos)
Colectas
Oh Señor Dios eterno, que mantienes en vida a todas las almas: Concede a toda tu Iglesia en el paraíso y en la tierra tu luz y tu paz; y permite que, siguiendo los buenos ejemplos de los que te han servido aquí y ahora descansan, podamos al fin entrar con ellos a tu gozo eterno; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
o
Omnipotente Dios, recordamos hoy en tu presencia a tu siervo fiel, N., y te rogamos que, habiendo abierto para él las puertas de una vida más amplia, le recibas más y más en tu grato servicio, para que, con todos los que te han servido fielmente en el pasado, participe del triunfo eterno de Jesucristo nuestro Señor; que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Lecciones
Leccionario Común Revisado — Año A
Prefacios
Por nuestro Señor Jesucristo; quien se levantó victorioso de la muerte, y nos fortalece con la bendita esperanza de la vida eterna. Pues, para tu pueblo fiel, oh Señor, la vida cambia, mas no termina; y cuando nuestro cuerpo mortal yazca en muerte, haya preparada para nosotros una morada eterna en el cielo.
Colores litúrgicos
Morado