2005 d.C. noviembre 9

El Miércoles en la Vigésimo Quinta Semana después de Pentecostés

Propio 27

Colectas

Oh Dios, cuyo bendito Hijo vino al mundo para destruir las obras de Satanás y hacernos hijos de Dios y herederos de la vida eterna: Concede que, teniendo esta esperanza, nos purifiquemos así como él es puro; para que, cuando vuelva con poder y gran gloria, seamos hechos a su semejanza en su glorioso y eterno reino; donde contigo y el Espíritu Santo, vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lecciones

Leccionario del Oficio Diario — Año Uno

Oración Matutina
Oración Vespertina

Colores litúrgicos

Verde