2005 d.C. noviembre 6
Vigésimo Quinto Domingo después de Pentecostés
Propio 27
Colectas
Oh Dios, cuyo bendito Hijo vino al mundo para destruir las obras de Satanás y hacernos hijos de Dios y herederos de la vida eterna: Concede que, teniendo esta esperanza, nos purifiquemos así como él es puro; para que, cuando vuelva con poder y gran gloria, seamos hechos a su semejanza en su glorioso y eterno reino; donde contigo y el Espíritu Santo, vive y reina, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Lecciones
Leccionario Común Revisado — Año A
Serie Semicontinua
Serie Complementaria
Leccionario del Oficio Diario — Año Uno
Oración Matutina
Oración Vespertina
- Salmo 34
- Sirácides 51:13–22 (opcional)
- Lucas 14:12–24
Leccionario de 1979 — Año A
Prefacios
1. De Dios Padre
Porque tú eres fuente de luz y vida; nos hiciste a tu imagen, y nos llamaste a nueva vida en nuestro Señor Jesucristo.
o
2. De Dios Hijo
Por nuestro Señor Jesucristo, quien el primer día de la semana venció a la muerte y al sepulcro, y por su gloriosa resurrección nos abrió el camino de la vida eterna.
o
3. De Dios Espíritu Santo
Porque por medio del agua y del Espíritu Santo nos has hecho un pueblo nuevo en nuestro Señor Jesucristo, para manifestar tu gloria en todo el mundo.
Colores litúrgicos
Verde
Guillermo Temple, Arzobispo de Cantórbery, 1944
Colores litúrgicos
Blanco o dorado