2005 d.C. septiembre 23
El Viernes en la Decimoctava Semana después de Pentecostés
Propio 20
Colectas
Concede, oh Señor, que no nos afanemos por las cosas terrenales, sino que amemos las celestiales, y aun ahora que estamos inmersos en cosas transitorias, haz que anhelemos lo que permanece para siempre; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Lecciones
Leccionario del Oficio Diario — Año Uno
Oración Matutina
Oración Vespertina
- Salmo 91; 92
- Ester 8:1–8, 15–17 (opcional) o Judit 13 (opcional)
- Mateo 6:7–15
Colores litúrgicos
Verde
Día de Témporas
Colectas
Dios omnipotente, dador de toda buena dádiva, por tu divina providencia has establecido diversas órdenes en tu Iglesia: Otorga tu gracia, humildemente te suplicamos, a todos los que son llamados [ahora] a cualquier oficio y ministerio para tu pueblo; llénalos con la verdad de tu doctrina, y revístelos de santidad de vida, de tal modo que te sirvan fielmente, para gloria de tu excelso Nombre y para beneficio de tu santa Iglesia; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
o
Oh Dios, que inspiraste a tus santos apóstoles a ordenar ministros en todo lugar: Concede que tu Iglesia, bajo la dirección del Espíritu Santo, escoja personas idóneas para el ministerio de la Palabra y de los Sacramentos, y susténtalas en su obra para la extensión de tu reino; por él que es el Pastor y Obispo de nuestras almas, Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
o
Dios todopoderoso y eterno, cuyo Espíritu gobierna y santifica a todo el cuerpo de tu pueblo fiel: Recibe las súplicas y oraciones que te ofrecemos por todos los miembros de tu santa Iglesia, para que en su vocación y ministerio te sirvan verdadera y devotamente; por nuestro Señor y Salvador Jesucristo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Lecciones
Leccionario Común Revisado — Año A
I
II
III
Prefacios
Por el gran pastor de tu rebaño, nuestro Señor Jesucristo; quien, después de su resurrección, envió a sus apóstoles a predicar el Evangelio y enseñar a todas las naciones; y prometió estar con ellos siempre, hasta el fin de los siglos.
o
Porque en nuestro Señor Jesucristo nos has recibido como hijos tuyos, nos has hecho ciudadanos de tu reino, y nos has dado el Espíritu Santo para conducirnos a toda verdad.
Colores litúrgicos
Morado