2003 d.C. enero 5

Segundo Domingo después del Día de Navidad

Adam Elsheimer, Huida a Egipto, 1609, Alte Pinakothek, Múnich.

Colectas

Oh Dios, que maravillosamente creaste y aún más maravillosamente restauraste la dignidad de la naturaleza humana: Concede que compartamos la vida divina de quien se humilló para compartir nuestra humanidad, tu Hijo Jesucristo; que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lecciones

Leccionario Común Revisado — Año B

Leccionario del Oficio Diario — Año Uno

Oración Matutina
Oración Vespertina
Otros leccionarios

Leccionario de 1979 — Año B

Prefacios

Porque nos diste a Jesucristo, tu único Hijo, que se encarnó por nosotros; quien, por el gran poder del Espíritu Santo, fue hecho Hombre perfecto, nacido de la carne de la Virgen María su madre; para que, librados del yugo del pecado, recibamos la potestad de llegar a ser hijos tuyos.

Colores litúrgicos

Blanco o dorado

El Último Día de Navidad

Colectas

Oh Dios, que maravillosamente creaste y aún más maravillosamente restauraste la dignidad de la naturaleza humana: Concede que compartamos la vida divina de quien se humilló para compartir nuestra humanidad, tu Hijo Jesucristo; que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lecciones

Leccionario del Oficio Diario — Año Uno

Oración Matutina

Colores litúrgicos

Blanco o dorado

Víspera de la Epifanía (Noche de Reyes)

Colectas

Oh Dios, que por la guía de una estrella manifestaste tu único Hijo a los pueblos de la tierra: Guía a tu presencia a los que ahora te conocemos por fe, para que veamos tu gloria cara a cara; mediante Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Lecciones

Leccionario del Oficio Diario — Año Uno

Oración Vespertina

Prefacios

Porque en el misterio del Verbo hecho carne, tú has hecho que una luz nueva brille en nuestros corazones, para darnos el conocimiento de tu gloria en la faz de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo.

Colores litúrgicos

Blanco o dorado

Referencias