1951 d.C. marzo 25

Domingo de Resurrección (Día de Pascua)

Colectas

Dios todopoderoso, que por nuestra redención entregaste a tu unigénito Hijo a muerte de cruz, y por su resurrección gloriosa nos libraste del poder de nuestro enemigo: Concédenos morir diariamente al pecado, de tal manera que, en el gozo de su resurrección, vivamos siempre con Jesucristo tu Hijo nuestro Señor; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

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Oh Dios, que hiciste resplandecer esta noche santísima con la gloria de la resurrección del Señor: Aviva en tu Iglesia aquel Espíritu de adopción que nos es dado en el Bautismo, para que nosotros, siendo renovados tanto en cuerpo como en mente, te adoremos en sinceridad y verdad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

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Dios omnipotente, que por medio de tu Hijo unigénito Jesucristo has vencido la muerte y nos abriste la puerta de la vida eterna: Concede a los que celebramos con gozo el día de la resurrección del Señor, que seamos resucitados de la muerte del pecado por tu Espíritu vivificador; mediante Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Lecciones

Leccionario Común Revisado — Año A

Servicio Principal
Servicio Tarde

Leccionario del Oficio Diario — Año Uno

Oración Matutina
Oración Vespertina
Otros leccionarios

Leccionario de 1979 — Año A

Servicio Temprano
Servicio Principal
Servicio Tarde

Prefacios

Pero principalmente tenemos que alabarte por la gloriosa resurrección de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo; pues él es el verdadero Cordero Pascual, quien fue sacrificado por nosotros, y ha quitado los pecados del mundo. Por su muerte ha destruido la muerte, y por su resurrección a la vida, ha conquistado para nosotros la vida eterna.

Colores litúrgicos

Blanco o dorado

Referencias

La Anunciación de Nuestro Señor Jesucristo a la Bienaventurada Virgen María

Colectas

Derrama tu gracia en nuestros corazones, oh Señor, para que los que hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, anunciada por un ángel a María la Virgen, seamos llevados por la cruz y pasión de Cristo a la gloria de su resurrección; quien vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.

Lecciones

Leccionario Común Revisado — Año A

Leccionario del Oficio Diario — Año Uno

Oración Matutina
Oración Vespertina
Otros leccionarios

Leccionario de 1979 — Año A

Prefacios

Porque en el misterio del Verbo hecho carne, tú has hecho que una luz nueva brille en nuestros corazones, para darnos el conocimiento de tu gloria en la faz de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo.

Colores litúrgicos

Blanco o dorado

Referencias