1943 d.C. abril 25
Domingo de Resurrección (Día de Pascua)
Colectas
Dios todopoderoso, que por nuestra redención entregaste a tu unigénito Hijo a muerte de cruz, y por su resurrección gloriosa nos libraste del poder de nuestro enemigo: Concédenos morir diariamente al pecado, de tal manera que, en el gozo de su resurrección, vivamos siempre con Jesucristo tu Hijo nuestro Señor; que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
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Oh Dios, que hiciste resplandecer esta noche santísima con la gloria de la resurrección del Señor: Aviva en tu Iglesia aquel Espíritu de adopción que nos es dado en el Bautismo, para que nosotros, siendo renovados tanto en cuerpo como en mente, te adoremos en sinceridad y verdad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
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Dios omnipotente, que por medio de tu Hijo unigénito Jesucristo has vencido la muerte y nos abriste la puerta de la vida eterna: Concede a los que celebramos con gozo el día de la resurrección del Señor, que seamos resucitados de la muerte del pecado por tu Espíritu vivificador; mediante Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Lecciones
Leccionario Común Revisado — Año B
Servicio Principal
Servicio Tarde
Leccionario del Oficio Diario — Año Uno
Oración Matutina
Oración Vespertina
Otros leccionarios
Leccionario de 1979 — Año B
Servicio Temprano
Servicio Principal
Servicio Tarde
Prefacios
Pero principalmente tenemos que alabarte por la gloriosa resurrección de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo; pues él es el verdadero Cordero Pascual, quien fue sacrificado por nosotros, y ha quitado los pecados del mundo. Por su muerte ha destruido la muerte, y por su resurrección a la vida, ha conquistado para nosotros la vida eterna.
Colores litúrgicos
Blanco o dorado
Referencias
San Marcos, Evangelista
Colectas
Dios omnipotente, que por la mano del evangelista Marcos has entregado a tu Iglesia el Evangelio de Jesucristo el Hijo de Dios: Te damos gracias por este testimonio, y te rogamos nos mantengas firmes en su verdad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Lecciones
Leccionario Común Revisado — Año B
Leccionario del Oficio Diario — Año Uno
Oración Matutina
Oración Vespertina
Prefacios
Porque en la multitud de tus santos, nos has rodeado de una gran nube de testigos, para que nos regocijemos en su comunión, y corramos con perseverancia la carrera que nos es propuesta; y, junto con ellos, recibamos la corona de gloria que no se marchita.
Colores litúrgicos
Rojo