1912 d.C. deciembre 22
Cuarto Domingo de Adviento
Colectas
Dios todopoderoso, te suplicamos que purifiques nuestra conciencia con tu visitación diaria, para que, cuando venga tu Hijo Jesucristo, encuentre en nosotros la mansión que le ha sido preparada; quien vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Lecciones
Leccionario Común Revisado — Año B
Leccionario del Oficio Diario — Año Uno
Oración Matutina
Oración Vespertina
- Salmo 8; 84
- Génesis 3:8–15 (opcional)
- Juan 3:16–21
Leccionario de 1979 — Año B
Prefacios
Porque enviaste a tu amado Hijo para redimirnos del pecado y de la muerte, y para hacernos en él herederos de la vida eterna; para que, cuando vuelva en poder y gran triunfo a juzgar al mundo, nos gocemos contemplando su manifestación, sin temor ni vergüenza.
Colores litúrgicos
Morado