2005 d.C. noviembre 12

El Sábado en la Vigésimo Quinta Semana después de Pentecostés

Propio 27

Colectas

Oh Dios, cuyo Hijo bendito vino al mundo para destruir las obras del demonio y hacernos hijos de Dios y herederos de la vida eterna: Concede que, teniendo esta esperanza, nos purifiquemos como Él que es puro; para que, cuando vuelva con poder y gran gloria, seamos transformados como Él en su reino eterno y glorioso; donde vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lecciones

Leccionario del Oficio Diario

Oración Matutina
Oración Vespertina

Colores litúrgicos

Verde