1998 d.C. mayo 31
Día de Pentecostés
Aclamaciones
Celebrante: Derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano.
Pueblo: Y los hijos y las hijas de ustedes profetizarán.
Celebrante: Tendrán sueños los ancianos
Pueblo: Y visiones los jóvenes.
Celebrante: Entonces sabrán que yo estoy en medio de Israel,
Pueblo: Que yo soy el Señor su Dios y no hay otro fuera de mí
Celebrante: Y esto sucederá
Pueblo: Que todo el que invoque el Nombre del Señor será salvado.
Colectas
Dios Todopoderoso, que en este día, mediante la efusión del Espíritu Santo, revelaste el camino de la vida eterna a toda raza y nación: Derrama este don de nuevo, para que por la predicación del Evangelio tu salvación llegue hasta los confines de tierra; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
o
Oh Dios, que en este día enseñaste los corazones de tu pueblo fiel enviándoles la luz de tu Espíritu Santo: Concédenos por el mismo Espíritu tener un juicio recto en todas las cosas, y regocijarnos para siempre en su santo consuelo; por Jesucristo tu Hijo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Lecciones
Leccionario para los Domingos, Días Santos y Conmemoraciones — Año C
Leccionario del Oficio Diario
Oración Matutina
Oración Vespertina
Prefacios
Por Jesucristo nuestro Señor; según cuya promesa más verdadera, el Espíritu Santo descendió del cielo, iluminando a los discípulos, para enseñarles y conducirlos a toda la verdad, dándoles valor y celo ferviente constantemente para predicar el Evangelio a todas las naciones; por el cual hemos sido sacados de las tinieblas y del error a la luz clara y al verdadero conocimiento de ti y de tu Hijo Jesucristo.
Colores litúrgicos
Rojo
Referencias
La Visitación de la Virgen María a Isabel y Zacarías
Aclamaciones
Celebrante: Bendito sea Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Pueblo: Y bendito sea su reino, ahora y por siempre. Amén.
Colectas
Dios Todopoderoso, por cuya gracia Isabel se regocijó con la bienaventurada Virgen María y la saludó como a la madre del Señor: Mira con favor a tus humildes siervos, para que, con María, podamos engrandecer tu santo Nombre y regocijarnos en aclamar a su Hijo como nuestro Salvador; que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Lecciones
Leccionario para los Domingos, Días Santos y Conmemoraciones — Año C
- Sofonías 3:14–18
- Salmo 113 o Cántico 8
- Colosenses 3:12–17
- Lucas 1:39–56
Leccionario del Oficio Diario
Oración Matutina
Oración Vespertina
Prefacios
Porque en el misterio del Verbo hecho carne, has hecho brillar una nueva luz en nuestros corazones, para dar el conocimiento de tu gloria en el rostro de tu Hijo Jesucristo nuestro Señor.
Colores litúrgicos
Blanco o dorado