1994 d.C. noviembre 8

El Martes en la Vigésimo Cuarta Semana después de Pentecostés

Propio 27

Colectas

Oh Dios, cuyo Hijo bendito vino al mundo para destruir las obras del demonio y hacernos hijos de Dios y herederos de la vida eterna: Concede que, teniendo esta esperanza, nos purifiquemos como Él que es puro; para que, cuando vuelva con poder y gran gloria, seamos transformados como Él en su reino eterno y glorioso; donde vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Lecciones

Leccionario del Oficio Diario

Oración Matutina
Oración Vespertina

Colores litúrgicos

Verde